Veo mi obra en dos diálogos uno el arte de caballete, soy pintor no me dedico a nada más, así que he llegado a creer que hago arte y no arte je..  cuando digo no arte. me refiero a pinto cuadros con mis personajes recurrentes (muchos de estos basados en mi memoria psicomotriz)  es decir pura técnica.

Y el otro rubro son mis piezas basadas en intervenciones en espacios públicos (no están hechos para ser vendidos)  sino que las documento con fotografías, me gusta como un poco de color hace visible lo que la cotidianidad volvió invisible.

Una propuesta alimenta a la otra, porque con la segunda  es un proceso de libertad creativa y de una descarga política, muchas siempre hacen visible la pobreza y los conflictos económicos de mi país… pero al no recibir nada por hacerlo debo de buscar la forma de mantenerlo, mi esposa y yo hacemos intervenciones cada vez que podemos nos recuerda de dónde venimos y que somos.   Renacho Melgar

 

A.L. - ¿Cómo  surgió la idea de incorporar al Body Art en tu propuesta estética?

R.M. - Un día me escribió una amiga que si pintaba en su cuerpo usaría esa imagen para la portada de un disco, era la primera vez que hacia algo así, fue un derroche de adrenalina la pieza la hicimos en el parque central de Guatemala así que te imaginas los resultados y la magia alrededor de hacer algo insitu, después de eso comencé a trabajar propuestas en la urbe haciendo Body Art, documentadas por varios fotógrafos y generando diversos discursos todos respectivamente guardados esperando en algún  momento hacer una expo con ellos.

 

A.L. - ¿Realizas bocetos de tus obras?

La verdad no.

Dibujo mucho tengo por disciplina hacer 14 dibujos diarios (apuntes libres).

Siempre cargo papel  y suelo dibujar sobre las mesas de los bares que frecuento si hablamos de bocetos creo que algunos de ellos quedaron en esas mesas, luego me sorprendo cuando regreso al lugar y veo uno de ellos que fue la semilla de un cuadro.