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En el Bellas Artes…Pero has pintado en muchos otros lugares.

He pintado, claro, pero resulta que es el más visible en mi país. Lo he hecho afuera, pero afortunadamente acá hay mucha gente que insiste haciendo ese trabajo de ir a los lugares donde no hay acceso al arte. De generar el acercamiento, o sea, de no dejar que sea esta cosa elitista.

 

En los lugares que eliges para tus trabajos ¿hay también una crítica al modo en que el mundo artístico se encapsula, se encierra?

Se derivan críticas. Las motivaciones por las que uno pinta en la calle son al principio como un acto reflejo. Después, con el tiempo, uno se empieza a dar cuenta de las consecuencias o de cómo reacciona el contexto en el que trabajai. Te empezai a dar cuenta de que uno puede hacer cosas positivas, potenciarlas, saber dónde meterte, pero no es algo premeditado. La pintura en la calle, por lo menos en la generación de la que yo vengo, nace como una especie de impulso, porque nunca nadie te enseñó que ese espacio no te correspondía. Nadie me dijo tú no podís hacer eso, para nosotros los espacios son de todos y los ocupábamos no más. Después, cuando te das cuenta de que hay prohibiciones, ya perdiste el respeto y apropiarse de esos espacios o ganárselos de la forma que sea se convierte en un acto político. Lo es por el solo hecho de ocuparlos, más allá de la calidad de la obra o del discurso que tenga dentro.

 

¿Y para crees qué les sirve el arte a esas personas que pasan frente a tus murales?

Hay personas que dicen que es arte lo que yo hago, otras te ven como el grafitero y no te ponen a un nivel más alto. A mí me agrada eso, porque no se forma la distancia y, cuando no existe, te encontrai con que el cabro chico que está ahí o los jóvenes a los que les interesa pintar no te ven como alguien lejano. Ellos dicen oye, yo también puedo hacer eso y uno dice esto no es nada del otro mundo, cualquier persona puede hacerlo, podemos apropiarnos de estos espacios y ocuparlos de otra forma. El artista en general se queda en un lugar donde las personas piensan que nunca van a poder llegar, como si fuera un alquimista. El artista es como un hueón capaz de hacer magia y que le corresponde solo a un cierto sector de la sociedad. Lo nuestro es romper ese mito y ni siquiera bajar el arte a las personas, sino dejar que nazca de ellas.

ASIES 6 Publicación de Artes Visuales Varela Bs. As. Arg  por Ana Lindner / Calixto Saucedo

"VS" Museo a Cielo Abierto de San Miguel. Santiago, Chile 2013

ASIES 6 Publicación de Artes Visuales Varela Bs. As. Arg  por Ana Lindner / Calixto Saucedo

Process in Mulhouse, Francia Nov. 2014

ASIES 6 Publicación de Artes Visuales Varela Bs. As. Arg  por Ana Lindner / Calixto Saucedo

"El sembrador" Mulhouse, Francia 2014

¿Mantienes vínculos con las comunidades donde alguna vez pintaste?

Claro, las personas me cuentan historias de cosas que siguen pasando, aunque rara vez vuelvo al lugar donde he pintado. En todo caso, en más de una ocasión me he enterado de que la gente se reorganizó y quiso limpiar el lugar en torno al mural, entonces arreglaron la placita donde estaba, o la gente del otro edificio empezó a preguntar por qué no pintaron su edificio también, Entonces ahí tú decís mira el poder que tiene una sola imagen, puede cambiar la visión de esas personas sobre su entorno. Y convoca a otros que adquieren el interés en cambiarlo.

 

¿Por qué te interesa el sincretismo? ¿Por la religiosidad o la espiritualidad?

Sinceramente, de religioso yo no tengo nada. De espiritualidad, llego pero siempre desde el lado racional. Pero, dicho esto, uno no puede evitar abordar el tema religioso en la cultura nuestra…

Éste es un continente católico…

Es un continente católico y en todo lo que nos ha ocurrido acá la religión tiene mucho que ver ¿no? Entonces abordarla nace desde ese punto. Y se transforma en una especie de conexión con las personas, como un vínculo pero también como un medio de crítica.

 

Tú te instalas en un lugar sincrético, mestizo, de diálogo. Pero hay gobiernos en la región, como Bolivia, que combaten la idea de diálogo en el mestizaje. Dicen que solo sirve para que las personas renuncien a su identidad indígena e incluso eliminaron la opción “mestizo” del Censo ¿Cómo ves ese acercamiento al tema?

Eso depende del proceso político específico que están viviendo algunos países de la región. En general, no me gusta la idea de que Latinoamérica sea “anti algo”, pero los procesos de invasión o de apropiamiento de los recursos que se dieron acá hacen que, en este contexto, sea buena esa mirada porque reafirma ciertos ideales.

Dicho eso, luego de ese momento de reivindicación da miedo que estos gobiernos no aflojen un poco y no acepten que parte de esa influencia puede haber sido positiva y que nosotros somos esa mezcla. Entonces todo depende del contexto. Uno se pregunta lo mismo cuando aborda temáticas sobre cómo trabajar en la calle. Qué tan duro ser con las ideas, si uno tiene que levantar más la voz o no. Uno siempre está jugando en ese punto medio, sobre lo que más puede servir en un determinado momento.

Inti: “Me siento cómodo en la calle porque estoy fuera de la institucionalidad artística” *

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