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ASIES 4 Publicación de Artes Visuales Varela Bs. As. Arg Edición bimestral independiente por Ana Lindner y Calixto Saucedo

Alexander Selvik Wengshoel, artista noruego de 25 años de edad, nació con una deformidad en la cadera que lo condenó a una silla de ruedas desde su nacimiento y varias intervenciones quirúrgicas fallidas.

A los 21 años de edad, finalmente recibió una prótesis de metal en la cadera. Convenció a los médicos para filmar la operación  donde remplazaron  el  hueso

“Una fatiga de nacimiento de mundo, la sensación de cargar un cuerpo, un increíble sentimiento de fragilidad que se transforma en dolor partiente…” Antonin Artaud, El ombligo de los limbos/El pesa nervios, 1925

de su  cadera  con  una  prótesis  de metal.

El artista dijo al periódico noruego que hirvió el hueso para eliminar la "carne" y  luego se lo comió.

En la foto se ve el momento de graduarse en la Tromso Academy of Art. donde presentó estas experiencias en un video: 1- la operación, 2- cuando come su hueso, 3- se "engancha"  en una suspensión corporal perforándose la piel sometiéndose a un dolor extremo.

Sera que el dolor está presente en nuestro cuerpo desde el mismo momento que nacemos, al respirar, al abrir los ojos, se instala en algún lugar para recordarnos  nuestra fragilidad corporal, en algunos para no dejarnos queda fijada en la memoria de nuestra piel  en  los besos  fríos  del amanecer.

Alexander Selvik Wengshoel  al comer su propia carne abre  una grieta  en la cartografía del cuerpo, rediseña su propia fisicalidad, en un acto de experimentación con la existencia, entre la cordura y  la sinrazón, desde allí se conecta con lo profano y con su realidad que no es otra cosa que esa posibilidad de liberarse de su dolor.

Quizás para muchos es un acto de canibalismo, suscita incomprensión, rechazo, donde el discurso artístico y el límite moral se ha desplazado.

 

                                     Por Ana Lindner, Julio 2014

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